Cuando pensé en ese título no pude evitar recordar la canción de "por favor y gracias, palabras de poder” con la que crecí. Es innegable el poder de la amabilidad, sobre todo hacia desconocidos, pero ese concepto se puede traducir a muchísimas palabras más, si no todas.
Ya he dicho varias veces que escribir le da sentido a mi experiencia, y creo que esa es una buena forma de ver el impacto del lenguaje. La socióloga Brené Brown ha construido su plataforma bajo el precepto de que tener acceso a las palabras adecuadas puede cambiar tu percepción del mundo por completo, y que los límites de nuestro lenguaje delimitan los límites de nuestro universo.
Esta semana
En mi pantalla
Volví a ver Derry Girls (Netflix), una serie sobre un grupo de amigas en Derry, Irlanda del Norte, en los 90s, en medio del conflicto armado por la independencia. En no más de 20 episodios, resalta cómo los problemas de una adolescente reclaman protagonismo, incluso cuando la situación política de tu país es grave, en el mejor de los casos. Es extremadamente graciosa e íntima, además de celebrar la amistad, la complejidad de los conflictos, y retratar a una familia peculiar. Eso sí, hay que verla con subtítulos: el acento irlandés supera cualquier C2.
Las nominaciones a los Oscar salieron esta semana, y aunque yo soy más partidaria de simplemente ver las películas que te gusten, siempre es buena idea fijarse en los nominados para tener referencias. Recientemente vi Anatomy of a Fall, nominada a Mejor Película y que relata cómo una una mujer se convierte en única sospechosa después de la muerte de su esposo. Cuenta con unas actuaciones fenomenales, especialmente la de Milo Machado Graner que actúa como el hijo de la pareja.
En mis audífonos
Not My Fault de Reneé Rapp con Megan Thee Stallion es parte de la banda sonora de Mean Girls, la película/musical recreada este año a partir ícono cultural Mean Girls (2004). Reneé Rapp es una actriz y cantante súper talentosa (y guapa, pero eso es aparte) con mucha música en solitario. Hace unos meses les hablé de su EP Everything to Everyone y desde entonces sacó un disco completo, Snow Angel. De ahí, mis favoritas son Snow Angel, Pretty Girls y Tummy Hurts.
En mi mesa de noche
Blueberries de Ellena Savage es una colección de ensayos, algunos personales y otros sociales (la mayoría son un poco de ambos). A veces pareciera que divaga en sus historias, pero los mensajes son increíblemente afinados, llenos de tanta honestidad que bordean en problemáticos y tan críticos que es imposible no reconocer la profunda reflexión detrás de ellos. Leyendo, pienso mucho que así se siente tener los ojos abiertos. Así se siente cuestionar, ir más allá.
Quiero aprovechar para darles mi perfil en Goodreads, la “red social” de libros, que me ayuda a mantenerme responsable y encaminada en la disciplina de leer. Y en eso, compartirles mi pequeña biblioteca feminista con los textos que ya he leído, muchos de los que he hablado es ocasiones anteriores. Estoy determinada e ilusionada por verla crecer.
En mi escritorio
Las palabras que usamos le dan forma a nuestro sociedad y a nuestra cultura: me parece fascinante cómo el uso del usted, que no existe en inglés, nos revela costumbres de respeto en la estructura social hispanohablante. Es por eso que es importante saber de dónde vienen y qué significan, histórica y culturalmente, las palabras que usamos. Cuando le llamas loca a una mujer, ignoras los siglos de psiquiatrización forzada a la que se vieron sujetas las mujeres por expresar sus emociones.
Así mismo, el poder evolutivo del lenguaje está en nuestras manos. No porque algo siempre se ha dicho así o porque lo dice la Real Academia de la Lengua significa que está escrito en piedra. Un latino hace 1500 años no es lo mismo que un latino hoy. En inglés, hace 50 años, gay significaba alegre. Utilizar el lenguaje de una manera consciente y crítica es una herramienta para construir la sociedad en la que queremos vivir. No es una exageración cuestionar el masculino genérico, y no estamos perdiendo el tiempo al decir los y las estudiantes, estamos asegurándonos de que todes seamos parte de la conversación, estamos cambiando paradigmas, una palabra a la vez.
En ese sentido, quería compartirles este artículo de Velia Vidal Romero en el que critica Esta herida llena de peces, una novela que ya comentamos en este espacio. Hace una revisión del lenguaje del texto, de los adjetivos calificativos, del trato que se le da a las heridas abiertas de una población afro. Es una invitación a visitar no sólo desde donde escribimos, si no también desde dónde leemos.
Y para cerrar…
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Tus reflexiones son muy válidas y despiertan motivaciones diversas la lectura el cine la música y sentimientos para compartir Gracias
¡Talentosísima!